Invertir en marketing sin medir el retorno es como navegar en la niebla: avanzas, pero sin saber si te diriges a un puerto seguro o directamente hacia las rocas. En el competitivo sector tecnológico B2B, donde cada euro del presupuesto cuenta y los ciclos de venta se alargan, esta sensación de incertidumbre no es solo incómoda, es peligrosa para el negocio.