Lanzar una campaña de canal sin comprobar cómo ha funcionado es como conducir con los ojos cerrados: nunca sabrás si vas en la dirección correcta y, lo que es peor, puedes acabar estrellándote. Y es que medir este tipo de campañas no es lo mismo que hacerlo con acciones dirigidas al consumidor final. No se trata solo de ventas inmediatas, sino también de compromiso, fidelización y valor estratégico dentro de la red de distribución.